La historia de Daniel Wellington comienza con un viaje por medio mundo, donde Filip Tysander, el fundador de Daniel Wellington, conoció a un intrigante caballero de las Islas Británicas. El hombre tenía la inspiradora capacidad de ser cortés pero a la vez relajado y sin pretensiones. Tenía un estilo impecable y le encantaba llevar relojes con correas NATO desgastadas. ¿Su nombre? Daniel Wellington, por supuesto.